Concepto artístico del paso del telescopio Spitzer a través de la cola de polvo de la Tierra
"Los planetas en sistemas solares lejanos tienen, probablemente, colas de polvo parecidas", dice el científico del proyecto Spitzer, Mike Werner. "Y, bajo ciertas circunstancias, estos rasgos de polvo pueden ser vistos con mayor facilidad que los planetas mismos. De modo que necesitamos saber cómo reconocerlos".
Resulta extremadamente difícil (y con frecuencia imposible) tomar imágenes de los exoplanetas de manera directa. Son relativamente pequeños y tenues; se esconden entre el brillo de las estrellas alrededor de las cuales orbitan.
"Una cola de polvo como la de la Tierra podría producir una señal más grande que la que produce un planeta. Y esto podría alertar a los investigadores sobre la presencia de un planeta demasiado pequeño como para poder ser visto de otra manera".
La Tierra posee una cola de polvo no porque el planeta mismo sea particularmente polvoriento, sino porque el sistema solar donde se encuentra sí lo es. El espacio interplanetario está repleto de fragmentos polvorientos producidos por cometas y asteroides que colisionan. A medida que la Tierra atraviesa este ambiente polvoriento, durante su órbita, se le va formando una cola parecida al remolino de las hojas que se levantan del suelo tras el paso de una máquina barredora.
"Conforme la Tierra orbita el Sol, va creando una especie de capa o depresión hacia cuyo interior van cayendo las partículas de polvo, creando así un espesor de polvo (la cola) que la Tierra va tirando mediante la fuerza de gravedad", explica Werner. "De hecho, la cola sigue el rastro de nuestro planeta alrededor del Sol, formando de este modo un anillo grande y polvoriento".
Una simulación hecha en computadora de la cola/anillo de polvo de la Tierra tal y como sería visto desde algún mirador ubicado en el exterior de nuestro sistema solar. Los colores en la imagen indican la densidad: el violeta es la densidad mínima, el rojo es la densidad máxima. Crédito: Christopher Stark, GSFC [Imagen ampliada]
Las observaciones más recientes llevadas a cabo por el telescopio Spitzer han ayudado a los astrónomos a construir un mapa de la estructura de la cola de polvo de la Tierra y a descifrar cómo se verían las "colas delatadoras" similares de los planetas alienígenos.
Al igual que ocurre en nuestro propio sistema solar, otros sistemas planetarios se encuentran sumergidos en polvo, el cual forma un disco de partículas que gira en torno a la estrella central. Y de forma similar a la Tierra, también los exoplanetas interaccionan gravitacionalmente con su disco de polvo, trazando canales y dibujando figuras extrañas.
"En algunos discos de polvo de las estrellas hay protuberancias, combas, anillos y desplazamientos que nos indican que los planetas se encuentran interaccionando con el polvo", explica Mark Clampin, del Centro Goddard para Vuelos Espaciales, de la NASA. "Así que podemos 'seguir el polvo' hacia los planetas. Hasta el momento, hemos visto cerca de 20 discos de polvo en otros sistemas solares. Y en alguno de esos casos, ya se han producido buenos resultados gracias a que seguimos el polvo".
Clampin, Paul Kalas, y sus colegas estaban buscando un planeta que orbitara la brillante estrella del Sur, conocida como Fomalhaut, cuando de pronto encontraron un anillo de polvo. La forma del anillo los llevó hacia su meta. "Sospechamos que el filoso borde interior del anillo se había formado cuando un planeta limpió gravitacionalmente los escombros circundantes", dice Clampin. "Rastreamos a ese planeta siguiendo esta 'huella' en el polvo". (Ver la huella aquí.)
Otra imagen proporcionada por el telescopio Hubble muestra un disco de polvo alrededor de Beta Pictoris, una estrella localizada en la constelación de Pictor, más conocida como el "caballete del pintor", la cual se muestra a continuación:
"Observe el anillo de polvo más pequeño que está inclinado respecto del disco de polvo más grande", dice Clampin. "Al igual que ocurre en el caso de la Tierra, este planeta está guiando al polvo hacia su plano orbital".
Clampin y Werner afirman que la observación de la cola de polvo de la Tierra, realizada con el telescopio
Spitzer, así como estas observaciones iniciales que revelan la existencia de estructuras de polvo en sistemas solares lejanos, prepara el escenario para el debut del Telescopio Espacial James Webb como cazador de planetas. Ellos esperan que el enorme y poderoso telescopio nuevo sea capaz de avistar muchas colas delatadoras... de tipo alienígeno.
Más información:
(1) Clampin explica por qué es difícil ver la cola de polvo de la Tierra desde el interior de nuestro sistema solar: "Imagine que mira la neblina sobre el puente Golden Gate, desde arriba del mismo, desde donde puede ver la estructura claramente. Si, por otro lado, se encontrara parado sobre el puente mismo, es mucho más difícil discernir cuál es la forma de la nube".
(2) El Telescopio Especial James Webb, de la NASA, cuyo lanzamiento está programado para el año 2014, es un telescopio espacial grande y optimizado para funcionar en el rango de la luz infrarroja. Para obtener más información, consulte: http://www.jwst.nasa.gov
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